¿ADONDE RAYOS SE VA EL TIEMPO?
Supongo que es la pregunta que todos se hacen pasado los veinti y pico. Cuando los grandiosos proyectos que teníamos para nuestras vidas se convierten en pensamientos borrosos y deseos olvidados.
Tal vez no sea asi para todos, pero para una desesperada mayoría es asi.
Lo bueno es que, asi como siempre amanece, siempre hay un Año Nuevo.
Un conocido expresó, no sin razón: "¿Para que esperar a un año nuevo? Si querés hacer algo ¡hacelo ahora!"
Y claro que tiene razones para pensar de esa manera. Pero para personas como yo, un Año Nuevo es como un balde de agua fría, como un despertador bien fuerte puesto en nuestro oído derecho por la manaña. Es la forma de que tiene la vida de decirte "¿Vas a desaprovechar esta oportunidad otra vez?"
Soy fiel creyente de que cada día es una oportunidad. Por o tanto ¡cada año es una oportunidad más grande! Y como todo, esta en mí aprovecharlo como es debido o no.
Tengo proyectos este año, claro que sí, como todos. Pero no los voy a llama propósitos, porque eso no suena real. Proyecto suena a algo que uno tiene que tomarse en serio.
Casarme. Sí. Caput. Adiós a la niña eterna que fui, hora de ser adulta. Una aniñada, por supuesto.
Estudiar una carrera. Ya estoy inscrita. Y nerviosa. Y feliz.
Sacar fotos. Muchas. Soy la feliz poseedora de una cámara de fotos.
Sea lo que sea que deseen hacer en este año, cumplan. Pero por ustedes mismos, no para satisfacer las expectativas de alguien más.
Y si las metas grandes no son lo suyo, vayan de a poco. A como puedan. Recuerden que un poco de levadura leuda toda la masa. Cada pequeño logro cuenta.
Que tengan un grandioso 2017 y que Dios los bendiga.